CONSEJOS PARA EVITAR PROBLEMAS DE SALUD AL HACER EL CAMINO DEL ROCÍO.
El camino es uno de los momentos más mágicos de todo rociero, hacer el camino es una expresión que manifiesta una forma de vivir, ese acercamiento a la Blanca Paloma, a la Reina de las Marismas, a la Virgen del Rocío. Para todos esos peregrinos que participan en el camino y en la Romería de la Virgen del Rocío, les ofrecemos una serie de recomendaciones con el fin de evitar trastornos de salud durante los mismos.
Gran parte del recorrido de la romería se realiza sobre albero. Es un material que levanta una gran cantidad de polvo, por lo que una de las recomendaciones a tener en cuenta es utilizar un pañuelo o una mascarilla para la nariz y la boca, y evitar así las partículas del suelo en la zona de la Raya. El otro factor del que hay que protegerse es el sol, por lo que una gorra o sombrero para proteger la cabeza y evitar las insolaciones. Así como el uso de cremas de protección solar, son también imprescindibles. Aplíquese una crema solar protectora en cara, cuello y brazos. Es importante prestar atención a zonas delicadas como los labios, la nariz y las orejas.
En primavera, los niveles de polen suelen encontrarse muy altos, a lo que se une la alta concentración de partículas de polvo y sequedad del ambiente de los caminos hacia El Rocío. Por ello, es aconsejable que las personas que padecen patología respiratoria, especialmente de origen alérgico, tengan en cuenta también las medidas higiénico-sanitarias para prevenir una posible crisis, entre ellas proveerse de antihistamínicos y utilizar mascarillas.
Aquellas personas que padezcan enfermedades respiratorias (asma, EPOC, etc.) deben extremar las precauciones durante estos días. Se recomienda, antes de emprender el camino, consultar cómo debe desarrollarse el tratamiento habitual y cómo afrontar una posible crisis respiratoria. Asimismo, se hace especial hincapié en el uso de mascarillas, gafas y gorras o sombreros.
Manténgase hidratado, sobre todo en el caso de personas de mayor edad y en menores, a fin de evitar los efectos del calor y del polvo producidos por la arena del camino (que puede provocar, en el caso de personas con problemas respiratorios, una mayor obstrucción de las vías aéreas). Beba, por tanto, abundante agua con electrolitos, para prevenir posibles deshidrataciones.
Para combatir el agotamiento puede usar barritas de cereales y frutos secos. Para prevenir las agujetas puede llevar terrones de azúcar, frutas o miel.
Son frecuentes las picaduras de insectos y garrapatas, por lo que es aconsejable utilizar un repelente de insectos y evitar el contacto de la piel con el suelo. Además, lleve antihistamínicos para aliviar la picazón de las picaduras de insectos.
Recuerde que el alcohol, aún en pequeñas concentraciones, tiene un efecto depresor sobre el sistema nervioso: disminuye la atención, la velocidad de reacción y los reflejos. Por tanto, durante esta celebración festiva, modere su consumo.
Extreme la precaución con el consumo de alcohol, especialmente si se está en tratamiento con algún medicamento, debido a las interacciones entre alcohol y determinados fármacos. Recuerde que el alcohol tomado con medicamentos antiinflamatorios potencia su efecto gastrolesivo, es decir, produce pequeñas lesiones en la mucosa gástrica que provocan epigastralgia (dolor de estómago), pirosis, e incluso, en casos de ingestión crónica, aparición de úlceras y hemorragias digestivas. Si se combinan alcohol y paracetamol, (analgésico y antipirético muy consumido), se aumenta el riesgo de hepatoxicidad (daños en el hígado) del paracetamol. Así, si se consume alcohol debe reducirse la dosis de paracetamol que se ingiere. Cuando se mezcla el alcohol con fármacos: ansiolíticos, somníferos, tranquilizantes, analgésicos opiáceos (como codeína o morfina), o incluso con antihistamínicos, que pueden producir somnolencia, el efecto depresor de estos fármacos aumenta y pueden ser potencialmente peligrosos…
Ante la posibilidad de que se produzcan pequeños accidentes en el camino, y a fin de llevar a cabo una primera actuación, previa a la llegada de equipos de Emergencias Sanitarias, se recomienda contar un botiquín de primeros auxilios dotado con material de curas (tiritas de diferentes tamaños, apósitos antiampollas, esparadrapo hipoalergénico, gasas y compresas estériles, antiséptico con clorhexidina, suero fisiológico para limpieza de heridas y alguna aguja esterilizada por si hubiese que pinchar alguna ampolla), vendajes, antitérmicos/analgésicos (paracetamol) para la fiebre y el dolor, antiinflamatorios (ibuprofeno), pomadas para quemaduras, pomadas para picaduras de insectos, antiácidos (para la acidez de estómago), antieméticos (para las náuseas y vómitos).
Y en el caso de hacer el camino a pie tenga en cuenta que:
Si padece alguna lesión o patología en los pies, consulte antes de iniciar el camino con su podólogo.
Las uñas siempre debes cortarlas una semana antes como mínimo, y no muy al ras, ya que si no dejaría piel que normalmente va cubierta por la uña, y ésta es más frágil (por lo tanto más susceptible de sufrir una rozadura).
Es recomendable que su calzado proteja y sujete al pie, es decir, que sea acordonado, con una suela que amortigüe y a ser posible, transpirable, que deje respirar al pie. Lo mejor es escoger un calzado específico para recorrer largas distancias. Además el calzado debe ajustarse al tobillo para evitar que entre arena.
No estrene calzado el día de la salida. Es recomendable ir adaptando el calzado a nuestros pies con un entrenamiento previo que nos ayude a afrontar el camino sin problemas. De tal suerte, que al comenzar el camino tendrá su calzado rodado y tendrá problemas de incomodidades o inconvenientes como que le aprietan o que le quedan flojos…
Provéase de una vara que le ayude a caminar.
Para prevenir lesiones musculares dedique 15 minutos de calentamiento antes de caminar, y otros 15 minutos de estiramiento y masaje en las piernas al finalizar la caminata del día. Añada a su botiquín cremas de efecto calor y frío para el calentamiento y la recuperación muscular.
Es muy importante que aplique cualquier crema anti rozaduras o vaselina en los pies, sobre todo por las zonas que más suelen rozar con el calzado al andar.
Observe sus pies regularmente con el fin de detectar posibles alteraciones (dolor, heridas, ampollas, rozaduras, etc.).
Al llegar a la “pará”, lave sus pies para eliminar la suciedad acumulada, acompáñelo con un buen secado (especialmente entre los dedos).
Debe tener un especial cuidado a la hora de elegir los calcetines. Utilice aquellos que sean de fibras naturales (algodón, lino, etc.) para favorecer la transpiración y evitar infecciones.
Aquellas personas que tengan alteraciones vasculares, neurológicas o metabólicas (diabéticas), deben extremar el cuidado.
Para aliviar los pies hinchados, dese baños de agua fría y coloque los pies en alto. Masajee su pie desde los dedos hacia el talón aplicando una crema hidratante.
En caso de que salga una ampolla, no la abra. Aplique un antiséptico (clorhexidina o povidona yodada) y coloque un apósito resistente que no se mueva ni se despegue, (por ejemplo una tirita sport). Proteja aquellas zonas de riesgo donde pudiera producirse esta lesión.
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